RambHÁ
Cuando el dios de la guerra y la diosa del amor se reencuentran a través de los tiempos no puede ser casualidad, se llama Rambhá.
Prólogo
«Hay quienes cuentan que el amor fue un invento de Rambhá. Ella era la más bella de todas las diosas. Se dedicaba en sus ratos libres, que eran muchos, a ponerle un final feliz, o triste, a cada historia de amor, a amenizar una relación con toques de pasión o celos, y a cautivar a los amantes para que cayesen en sus irresistibles redes. Y así ella pasaba la vida, regalando amor por doquier a unos y otros.
Pero a todo cerdo le llega su San Martín, y hasta la propia diosa cayó en dichas redes, viviendo su apasionada historia de amor, una historia de amor divina, que ya quisieran muchas y fue, nada más y nada menos, con el mismísimo dios de la guerra. Ella siempre estuvo locamente enamorada del hercúleo, apuesto y valiente Ares. Él era su debilidad, su capricho y su amante. Dicho de otro modo, él siempre fue su VERDADERO AMOR.
Rambhá fue capaz de ablandar esa brutalidad que él poseía y convertirla en ternura, ya que cuando Ares tenía entre sus brazos a la diosa se apaciguaba su sed de sangre. Fue entonces, cuando estos dos dioses se unieron, lo que provocó que surgiera una fuerza nueva sobre la Tierra: la pasión en la guerra. Forjando así su destino, al estar unidas sus fuerzas para siempre, por mucho que los demás intentasen separarlos. Y es precisamente por este motivo, por lo que no se puede ignorar el arrebato violento del deseo de los amantes más pasionales.
Así, la diosa del amor y Ares fueron la pareja perfecta y los más envidiados del Olimpo, puesto que se pasaban meses enteros retozando en su lecho. Los dioses envidiaban a Ares; y las diosas, ninfas y musas envidiaban a Rambhá.
Pero la felicidad nunca es eterna, ni siquiera para los dioses, ya que este amor estaba prohibido. Uno de los escándalos más sonados del Olimpo fue cuando el marido de Rambhá, con el que se había casado por pura conveniencia, los descubrió en una de sus apasionadas noches.
El marido agraviado, para vengarse de los amantes, y sobre todo por envidia a Ares, los expuso desnudos en público para que se dieran cuenta de que lo que habían hecho estaba mal. Cosa que no ocurrió y que sirvió para unirlos más, si cabe.
Entonces todos los dioses comprendieron que no son controlables ni el amor ni la guerra, que la fuerza del deseo era imparable y que no había ninguna ley en el mundo que pudiese regir los sentimientos. Por eso, por más que todos lo intentasen, jamás podrían separarlos.
Y así, la historia de amor de estos dos dioses continuará eternamente, hasta el fin de los tiempos».
Ares Hunter
Ares es un gran empresario al que le gusta el juego, las apuestas y el riesgo en general, si todo esto lo mezclas con mujeres, ya es lo máximo. Él se mueve en un mundo para nada ortodoxo, pero muy placentero e intrigante. Como buen dios de la guerra que es, no tiene rival... Hasta que aparece ella y así comienza la cruenta batalla por la victoria.
¿Conseguirá Ares apostar por Keira y no perder?
Éxito Rotundo
A los 5 minutos de salir publicado el desenlace de la bilogía, era número 1 en todos los Amazon del mundo, manteniéndose en el puesto durante 60 días consecutivos...
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