La descripción que yo haría sobre mí misma podría ser la de “una persona normal”. Soy muy extrovertida, adoro hablar con la gente, pero a la vez muy tímida. Es decir, me gusta hablar sobre muchas cosas, pero me muero de vergüenza si tengo que hablar sobre mí, porque siempre intento pasar desapercibida y desde luego con esta nueva faceta es lo último que sucede, por lo tanto, lo estoy asimilando.

 También me considero una persona generosa (cosa de la que se suelen aprovechar muchos), trabajadora y luchadora. Como se me meta algo en la cabeza, hasta que no lo consigo, no paro. Eso puede ser bueno y malo. Pero en general soy una persona pacífica, sincera, muy amiga de mis amigos y fiel.
 Me embarqué en esta aventura a lo loco, sin saber cómo iba a terminar, y aquí estoy, en medio de una encrucijada, temblorosa, porque no vislumbro muy bien la meta, ni hacia dónde he de ir. Pues hasta ahora había publicado mis obras de manera independiente y ahora trabajo para la mejor editorial del mundo: Planeta. Da vértigo ¿verdad?
 “Espero que todo el tiempo que les he dejado de dedicar a mis niños, para dedicárselo a mi gran pasión, os sirva a vosotros, mis futuros lectores, para encontrar un poquito de felicidad. Yo la he encontrado, sin duda".
 Cuando era bien pequeñita, siempre recuerdo llegar a casa del cumpleaños de alguna amiguita, sacar mi diario y ponerme a escribir qué me había parecido el cumpleaños: los regalos, la ropa que llevaba cada una… ¡Leer esos diarios ahora es realmente divertido! Seguí escribiendo mis diarios hasta ayer mismo, con lo cual, mi adicción a la escritura es suprema. Lo necesito tanto como respirar, para mí, es mi vía de escape.
 Por otro lado, la pasión por la lectura romántica comenzó cuando tenía unos 13 años, siempre me han encantado las historias de amor, de princesas y caballeros, cualquiera que sea su forma. Pero no descubrí la literatura erótica hasta que no leí la famosísima 50 sombras, pasando a ser mi libro favorito. Después de aquel libro que cambió mi vida en muchos aspectos, leí todo lo que pude de este género, donde unas novelas me gustaron más que otras.

 Sin desmerecer a nadie, y habiendo grandes obras maestras, yo no encontré la protagonista que me enamorase. Así que decidí inventármela. La creé como a mí me hubiera gustado leerla y poco a poco fue cobrando vida ella misma, hasta convertirse en la gran Elizabeth Hudson. Ella es la razón por la que comencé a escribir ficción.
Yo estoy más que satisfecha y sobre todo feliz.
 Después vino Rambhá, que no es tan erótica, es más bien romántica sensual, con una trama que os dejará sin aliento. Está gustando bastante, pues desde que salió publicada en 2016 no ha bajado del top 20 de ventas, algo realmente increíble.

  Luego arriesgué con Catarsis, cambiando por completo de registro y también salió muy muy bien. Después Cleopatra, lo mismo y luego ya firmé con la editorial y todo fue viento en popa... ¡Todavía no me lo creo?

 ¿El secreto del éxito? No sabría decirlo, yo escribo lo que me sale del alma y lo demás lo hacen mis lectoras. Me encanta comentar los libros con las chicas porque nos reímos muchísimo y lo pasamos genial imaginando locuras. Sin ellas nada de esto sería posible, así que a ellas les debo todo.

GRACIAS.